Cuando los niños empiezan a interesarse por los libros da igual si entienden o no lo que sucede en ellos. Es más importante que las ilustraciones llamen su atención, que la musicalidad de la historia les atrape y, sobre todo, que disfruten de esos momentos. Cuando crezcan prestarán más atención a las narraciones y a los personajes e irán entendiendo poco a poco lo que ocurre en algunos de sus cuentos favoritos. Entonces empezarán a formularnos preguntas y repetirán fragmentos de la historia para poder esclarecerla y asimilarla con sus propias palabras. Es en ese momento cuando podemos poner en marcha alguno de estos 5 sencillos juegos para fomentar la comprensión lectora que hoy os traigo.
El objetivo de estas propuestas no es conseguir que nuestros hijos sean los más listos de la clase. No son ejercicios. No lo tomemos como una obligación. Simplemente es una forma divertida de sacarle más jugo a los libros y abordar la lectura desde todos sus flancos. Todos estos juegos están pensados para lecturas que nuestros pequeños ya tengan dominadas. Es decir, hay que servirse de cuentos que ya hayamos leído dos o tres veces. ¡Empezamos!
Cambia la historia
Seguro que muchos habéis practicado ya de manera intuitiva este juego tan sencillo de comprensión lectora. Consiste en alterar la narración cambiando algunas palabras clave: el nombre de algún personaje, de algún animal, de algún color… Si el niño o la niña conoce muy bien la historia, podemos cambiar palabras un poco menos significativas, o incluso alterar radicalmente un pasaje o el final del cuento.
El objetivo es hacer que los niños pongan en duda la voz del narrador (nuestra voz). También se pretende mantenerlos alerta y atentos a los pequeños detalles. Pero, ¡ojo! A los niños les gusta que las historias se repitan una y otra vez. Les gusta saber lo que va a pasar, les da seguridad escuchar relatos conocidos. Por eso es importante que no nos tomemos este juego demasiado en serio. No se trata de molestarles, sino de bromear con ellos.
Olvida el cuento
En algún punto de la lectura nos tomaremos un respiro y haremos una pausa. Podemos beber un poco de agua o recolocarnos las gafas. La pausa debe ser breve para evitar que los niños se desenganchen del cuento. Después, al retomar la lectura, haremos un poco de teatrillo, simulando que se nos ha olvidado la historia que estábamos contando, o por dónde íbamos. Entonces pediremos a nuestros pequeños cómplices que nos lo recuerden.
En este caso, el objetivo del juego es favorecer la comprensión de las líneas argumentales más relevantes de la historia. También se pretende fomentar la reflexión sobre el texto y la capacidad de síntesis.
Comenta las ilustraciones
Este juego consiste en contar la historia a través de la observación de las ilustraciones, prescindiendo de las palabras. Es decir, en lugar de leer el cuento, comentaremos las imágenes. Hay que animar a los niños a que participen con sus propias aportaciones, haciéndoles preguntas sobre los dibujos, sobre algún detalle escondido en un rincón de la página, etc.
El propósito de esta iniciativa es que aprendan a apreciar el valor de las ilustraciones, que sean capaces de pensar y reflexionar sobre la historia más allá de la lectura, que se replanteen algunos de sus elementos, que fijen la atención en los personajes y que ejerciten el lenguaje descriptivo.
Dibuja a un personaje
Podemos anunciar a nuestros hijos que nos disponemos a dibujar a nuestro personaje favorito de un cuento determinado y preguntarles si quieren ellos también dibujar al suyo.
Con esta propuesta tan simple estaremos fomentando su implicación con la historia y con los personajes y les estaremos dando herramientas para que reflexionen y reescriban ellos mismos, aunque sea mediante dibujos, parte del relato. Es una forma de hacerles entender que las historias tienen vida propia y que pueden dar mucho de si.
Narra de memoria
En cualquier momento y en cualquier lugar, por ejemplo, en la bañera, en el coche o durante la cena, podemos lanzarnos a contar un cuento de memoria. Por supuesto, pediremos a los niños que nos ayuden a recordar los detalles. De esta forma, ejercitaremos la memoria (la nuestra y la suya) y otra vez fomentaremos la capacidad de síntesis. También estaremos desvinculando la literatura de su soporte material. Esto nos conecta con la tradición de la narración oral y puede ayudarnos a transmitir la idea de que los cuentos existen más allá de los libros.
¿Habíais jugado vosotros a alguno de estos juegos?
¿Conocéis otras maneras de fomentar la comprensión lectora?
10 Comentarios
Nosotros somos un poco sosos con esto y no jugamos mucho, la verdad sea dicha pero me gustan un montón y creo que nos funcionarían muy bien el de olvida el cuento (además me viene al pelo lo de recolocarme las gafas) y el de narra de memoria. Ya te contaré.
Para mí el más facilote es el primero. De hecho yo lo hago un montón con Jorge sin pensarlo demasiado. Le vacilo bastante, me hago la loca y el se suele reír mucho.
El último punto me encanta, pero soy malísima, yo de memoria pocas cosas puedo hacer la verdad, jajaja. Ese punto se le da mejor a mi marido.
Oye pues tómalo como un ejercicio para mejorar tu memoria… Eso o comer rabitos de pasa, como decía mi abuela.
Me apunto los juegos. Me gusta especialmente lo de hacer que nos hemos olvidado por dónde íbamos. A mí me ha pasado de verdad tras ser atacada por un bebé que me quitaba el cuento y efectivamente Mara sabía perfectamente dónde nos habíamos quedado ?
Te voy a contar un juego que hacemos mucho mientras cenamos o vamos en coche: uno empieza una historia inventada y el resto, o sea Adrián y yo, la seguimos por turnos. Han salido grandes narraciones de más de una cena ❤
¿Ves? Es que en el fondo son juegos muy intuitivos ????
Oye pues alguna de esas historias escribirla y hacerla rular.
Me encanta. Nosotros hacemos mucho lo de las ilustraciones y lo de contar de memoria.
La verdad es que son juegos súper intuitivos, pero molan.
que inútil
NO ME SIRVIÓ PARA NADA
Pues qué pena…